El descolgamiento de los párpados superiores es en muchos casos el signo más precoz del envejecimiento, adelantándose muchos años a otros estigmas como las arrugas, la flacidez de cara y cuello o la caída de las cejas.
La anatomía del rejuvenecimiento del párpado (excluye el envejecimiento cutáneo y las arrugas) se divide en párpado superior (excluye las cejas) y párpado inferior, que no se solapan entre sí. El envejecimiento estético de los párpados superiores puede presentarse como sólo descolgamiento, sólo abultamiento o ambos al mismo tiempo, no necesariamente en el mismo grado de severidad.
El descolgamiento de los párpados superiores es una forma simplificada de denominar a la chalasis o crecimiento por envejecimiento de la piel del párpado superior y de la porción del músculo orbicularis correspondiente al párpado superior, que debido al paso de los años desarrolla excesivo tejido y se dobla sobre el párpado superior o incluso las pestañas; en un grado extremo puede cegar parcialmente el campo visual del ojo.
Si bien existen casos de descolgamiento de los párpados superiores en personas jóvenes o muy jóvenes debido a factores hereditarios familiares. medicamentos, hábito de fumar, estilos de vida poco saludables o ciertas enfermedades y que pueden precisar tratamiento corrector, lo más habitual es que los pacientes presenten un acusado grado de descolgamiento de los párpados superiores a partir de los 40 años, en muchas ocasiones como único signo llamativo de envejecimiento facial o asociado a envejecimiento de las cejas.
En muchas ocasiones el paciente es incapaz de detectar la caída de las cejas, atribuyendo su insatisfacción al envejecimiento de unos párpados superiores caídos. En la región fronteriza entre ceja (territorio frontal) y párpado superior (territorio orbitario) existe una clarísima frontera entre una piel fina, oscura y elástica que pertenece al párpado superior y una piel más clara, gruesa y firme que corresponde a ceja y por lo tanto no pertenece al párpado superior.
Algunos pacientes llaman párpados superiores caídos a lo que realmente es caída de cejas, o bien coexisten ambos problemas por lo que estaríamos ante un caso de exceso de piel en el párpado superior agravado por el descenso de la cola de la ceja. Hay que tener en cuenta que cuando las cejas descienden ocasionan un severo agravamiento del exceso de piel palpebral superior, lo cual puede confundir a los pacientes y a cirujanos poco experimentados en cirugía plástica facial. En otras palabras, a mayor descenso de las cejas más parece que sobra piel palpebral superior, pero no es la cantidad real de piel que sobra en el párpado superior; la cantidad real de piel que sobra en los párpados superiores se diagnostica con las cejas en su posición correcta.
Es muy importante que el paciente reciba un diagnóstico exacto, pues bajo ningún concepto se debe extirpar piel de ceja por malinterpretar que sobre mucho párpado superior, lo cual ocasionaría aun mayor descenso de la ceja, al igual que tampoco se puede pretender eliminar la piel sobrante palpebral superior mediante un tratamiento agresivo de la ceja, pues conllevaría un aspecto grotesco y artificial o incluso una limitación funcional del cierre del párpado superior.
En la mayoría de los casos los pacientes sufren al mismo tiempo exceso de piel y músculo del párpado superior junto con un mayor o menor grado de caída de ceja, por lo que es habitual realizar simultáneamente el tratamiento de ambos problemas.
A modo de guía se puede decir que la ceja debería situarse al mismo nivel que el reborde orbitario (marco óseo que rodea al ojo) superior o ligeramente por encima; en algunos casos y sobre todo mujeres la cola de la ceja debe estar sensiblemente por encima del mencionado borde del hueso orbitario.
El mejor y más actualizado tratamiento de los párpados superiores descolgados es la blefaroplastia de párpado superior miocutánea (piel y músculo) con incisiones disimuladas en el pliegue tarsal (palpebral) superior.