Las narinas son estructuras eminentemente o exclusivamente cutáneas, sin ningún elemento de soporte esquelético interno. Su tamaño y forma están directamente condicionados por la cantidad de piel, pero también están condicionados indirectamente por el soporte estructural de la punta y sus anexos. Una vez que consideramos que la estructura de la nariz es adecuada, podemos evaluar el tamaño y la forma de las narinas para proceder a sus ajustes, siempre mediante resecciones de la piel con el objetivo de recortarlas en cuñas, tiras, flor de lis o T, rombo, coma, semilunas, etc, dejando cicatrices visibles disimuladas en pliegues.